viernes, 23 de noviembre de 2012

Es ella


Y es que al mirarte caminar
Solo veo que vienes.
Que irónico pues no te vi venir
No te buscaba
Pero te esperaba


Eres la flor en el alma
Del jardín en mi corazón
Que como péndulos se mueve
Al escuchar tu canción
Y de repente en mi sueños
Me quedo dormido
Bajo tu atenta mirada
Que nunca olvido


No me sueltes la mano
Para caminar juntos por muchas vidas
Bajo el crepúsculo de dos mundos
Tu mirada y la mía
Forman mi universo con una sola estrella
Pues nuestro amor brilla
Desde la oscuridad hasta el alba
Siempre supe que era ella



miércoles, 14 de noviembre de 2012

Amor en sombras


Y me canse de esperarte en mi silla de piedra
Y la luna bajaba mientras  el sol huía
Para darme calor con besos de alegría
Y desearte de lejos cuando no existías


Porque siempre estuviste a mi lado
No creo haberte visto en mis sueños
Mucho menos en mis desvelos
Solo recuerdo tu rostro en el suelo
Yo los pisaba con mucho desprecio


Ahora enamorado mi negra caliza
Aunque no tengas ojos
Aunque tengas mil formas
Adoro tu rostro pues no lo veo
Adoro tu figura porque la deseo


Es un amor inmortal
Nunca me dejes
Ni en mis risas
Ni en mi nicho
Siempre cobíjame
Bajo el frio de tu piel charol
Mi eterna amada sombra
Eres quien me transforma
En un ser maleable
Con una vida dura
Pero con alas
Para volar sin armadura 

viernes, 9 de noviembre de 2012

El poeta de la cárcel


A veces  vivir apresuradamente se convierte en una ruleta rusa, en la cual cualquier día u hora puedes perder la cabeza. Tenía doces años cuando empecé a andar con seguridad, yo no entendía porque tanto cuidado y tanta cautela con las cosas que hacia mi padre. Esto era solo el comienzo de una larga  y lenta historia de amor y una vida tan cruda como ficticia.

Regresaba del colegio, en el cual pase toda mi vida, entre travesuras, picardías y enamoramientos masivos y relámpagos, típico de mi personalidad enamoradiza  e ilusa, pero excesivamente manipuladora. Lo único que escuche fue el freno seco del vehículo en el cual me transportaba .Fue ahí donde mi vida dio un giro inesperado con respecto al rencor, sentí un golpe en la luna hasta que se rompiera, en una dura y grande mano me cogió de la espalda y me arrastro hacia afuera. Solo escuchaba disparo e insultos, típico de esos ampones empedernidos por dinero.

Solo, amarrado de manos y pies, me encontraba  sentado en un baño de quien sabe dónde; Todo lo hacía en ese espacio del terror, desde alimentarme hasta hacer mis necesidades. Fue ahí donde conocí  a David, un verdadero amigo que hasta ahora lo considero como un hermano, a pesar de que él ya esté muerto desde hace dos años por ajuste de cuentas. Él era una persona de muy baja estatura, de piel morena, delgada y pálida por las tantas noches de pasta básica y licor en la cual vivía sumergido. Tenía  una mirada hundida  y muy triste, al mirarlo a los ojos sentías que por sus manos pasaron más de una docena de muertos o como él lo llamaba, fríos. David era el único que me proporcionaba alimentos y cuidaba de mí, pues él durante su adolescencia fue sicario de mi padre, al cual el admiraba y respetaba mucho.

No recuerdo el día ni la hora, ni siquiera como me liberaron, por momentos vienen a mi mente vagos recuerdos oscuros que me atormentan hasta ahora. Lo único que supe por periódicos de la ciudad, era que la seguridad de mi padre mato a sangre fría a tres malhechores.

Después de ese episodio mi personalidad cambio, me volví un adolescente con mirada fuerte, rencor excesivo y con un carácter explosivo y putañero que hacía que todos me respetaran. Se fue la dulzura de un niño, la ternura típica de mi edad y desapareció el amor, ya ni me acordaba que significaba. Solo sabía que si alguien me hacía algo, la única respuesta llenarlo de pólvora en el pecho, luego abrir la barriga del cadáver, llenarlo de piedras y para terminar echarlo al rió, donde nunca más aparecía.

Aun tenia comunicación con David desde la cárcel, ya que él siempre me contaba lo que ocurría en toda la ciudad, desde ajustes de cuentas hasta pase de drogas, muy aparte  a mis 18 años traficaba armas entre delincuentes, para ese entonces ya era un sabio en ese negocio, pues comencé cuando tenía catorce. En mi casa era el típico hijito de papa ejemplo a seguir, en la calle era un forajido sediento de sangre y muerte por rencor y venganza no sé a qué. Lo único que sabía era que después de ser violado durante mi secuestro, todo malhechor  ligado a ese episodio o incluso su familia, tenía que pagar con sangre en la acera.

Me encontraba  solo en un bar típico de la ciudad, era un antro, con fotografías de desnudas y bancas de madera, acompañadas de una mesera que vendía su cuerpo por droga.En ese momento dos sujetos se quisieron pasar  de la raya al insultarme y botarme el vaso de cerveza en la cara, Definitivamente mi reacción no fue pacífico, Pues ahora escribo esta crónica desde un penal de máxima seguridad, pagando pena privativa de libertad por homicidio y tráfico de armas. Así paso mis días este universo de ratas , fumando  , escribiendo y pensando en que al salir volveré a ser el mismo hijo de puta con imaginación en los dedos, porque no soy un poeta, soy un preso encarcelado entre barrotes de pluma , que escribe sobre su cama que es una hoja en blanco, pagando así la condena  de escribir hasta que  duerma con la muerte, incluso después de esta.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Las estaciones del loco


Mis ojos son testigos
De un engaño reflexivo
Cuando la muerte fornica con la primavera
El otoño cobra vida
Y mi poesía anhela alegría

El invierno de cortina gris
Inspira hasta la piedra de mi zapato
Por el aroma a tristeza pura
Mientras el café acompaña al tabaco
Para hacer más triste aun
Mis días oscuros con ojos de sol
Y beber agua sin temperatura
Como mis dedos al escribir

No siento lo que siento
Solo escribo como siervo de mi cerebro
Y entenado de mi imaginación
Para cantarle una canción de cuna a la muerte
Porque nació conmigo
En un dieciséis de más morado que negro
En un octubre más negro que su capa
Que tapaba la primavera
Y mis recuerdos lucidos
De plantas en forma de prostitutas
De colores y  carnavales
De llantos con lluvia

 no creo en el verano
Y sus luces hipócritas
Con sonrisas de hielo
Yo creo en mi sol
Que alumbra mi día
Y cobija mi frio
Y mi tarde sobria


Somos lo que queremos
Con estaciones falsas
Con absurdos discursos
Con abrazos acuchillados
 Con mucho amor
Sin ropa o sin ella
Abro los ojos y juntos tejemos
La sociedad de papel
Que con agua se va
Ya sea de lágrimas
Ya sea de boca
O Hasta de sudor


Este loco no  cambia de idea
Mucho menos de loca
Cansado ya de pasar de boca en boca