domingo, 24 de julio de 2011

Comienzo y fin


Hoy tras mi partida momentánea al purgatorio vi muchas cosas en mis visiones, todo menos a mí mismo, no sé cómo puedo ser el tipo de persona que sueña eternamente y nunca despierta, prácticamente desde que nací viví durmiendo hasta hoy a esta hora en la cual me caí de un rascacielos estrellándome contra el asfalto, viendo mis extremidades a diez metros a la redonda. Todo estaba podrido menos mi cabeza, creo que eso me trajo de vuelta a la vida. Todos somos como faroles que alumbramos caminos oscuros, un farol brilla más que docenas a su costado y el aventurero que mire la luz del farol sabrá que es sinónimo de vida, ayuda o creencia, tenemos la luz propia que falta encender o muchos ya lo hicieron, hoy encendí el mio,pero no durara mucho , pienso apagarlo en mínimo un bimestre para que el farol descanse en los dos días de velorio dentro de un ataúd barato con una botella de vino, una pluma y un papel, para escribirle a los ángeles o demonios mis poemas y así perturbarlos hasta que me regresen. Cuando muera también lo harán los papeles con la tinta que hay en ella ,en conclusión mi corazón y mi sangre.

¿Cómo me sentí en el día? Una respuesta muy fácil de conestar, como la mierda de un genocida sin cargo de conciencia ni piedad alguna. Tantas cosas pensé que era, tantas cosas vi venir que ya no me sorprendería atentar nuevamente contra la vida de otros estúpidamente inocentes o es más, con la mía, cosa que duele y no les recomiendo. Ahora con la mano temblorosa por la caja de cigarrillos que acabo de fumar escribo fuera de mí, sin saber cuándo acabare y pondré punto final al terminar, cosa distinta a mi vida, pues el día que quiera ponerle punto final será cuando yo decida que mis cenizas sean tragadas por un perro callejero. Soy dueño de mi vida, por lo tanto también de mi muerte, pues vendrían a ser lo mismo porque al parecer vivo sin saber que estoy muerto o moriré en un corto tiempo sabiendo que aun pude vivir, son riesgos que todo mortal tendrá la exquisitez de saber algún día, como la ruleta rusa, juego prohibido que planeo jugar antes de terminar el presente año.

sábado, 16 de julio de 2011

La revista dominical

Mis noches felices y las mañanas tristes, cuando observo el cielo color rata día a día al salir con los ojos llorosos y la sonrisa fingida por mi mal humor.

Pensé que esta vez tenía que hacer una estrategia para lograr mi objetivo, pues no, todo este tiempo la estrategia fuiste tú. Con solo ser tú, hacías que me acerque cada vez más hacia tu persona siendo yo mismo sin ningún truco bajo mi manga.

Al tocar tus mejillas siento algo que nunca en mi libertina vida de teclado y pantalla había sentido, con esto digo que la inspiración no se compara al momento de estar junto a ti por al menos un segundo al día. Me dijeron de todo al principio, ahora doy gracias a mi terquedad de escuchar consejos y dejarlos ir cual notas musicales de la música que más odio.

Definitivamente todo es nada en esta vida y nada puede ser todo cuando menos lo piensas en un parpadeo nervioso.

Mi vida es una revista dominical, si me dejo entender, sin imágenes, solo artículos aburridos de un vago fumador bohemio, mi otro yo al escribir con cinco cucharadas de azúcar rubia. Si la compran pierden porque nunca sabrán mi objetividad o sin que se den cuenta les puedo decir todo a aquellos que no entienden en una sola palabra, JODANSE.

jueves, 7 de julio de 2011

La piedra que quiero.

Me senté en el césped, agarre una piedra, me concentré en ella y dije:”carajo encontré a mi clon”.

Me agredí con esta en la cabeza y dije:”carajo encontré al amor de mi vida”
La observe y la guarde…

Encontré 5 piedras totalmente distintas y pequeñas que por cierto tenían el mismo peso, las uní y con el tiempo se fosilizaron uniéndose compactamente hasta hacer una roca muy solida e indestructible, la guarde el cajón de mi corazón y ahí perdurar para siempre.

Las piedras son ustedes y la roca nuestra amista mística, compacta y duradera.

Gracias por ser lo que son.

miércoles, 6 de julio de 2011

El cartero.

Mire al cielo al ver que solo caían gotas de agua turbia, al tocar mi hombro con tu mano derecha, voltie y nadie me sonreía, solo vi una sombra o de repente un espejismo…

Mire hacia abajo y me tropecé con un velo transparente, al tocar mi hombro con tu mano izquierda, voltie y simplemente no había nada, solo el silbido del viento apenas entre mis cejas…

Mire de frente, cuando vi tus pupilas me tomaste las dos manos y te quedaste a mi lado para siempre, recién ahí entendí cual era el mensaje…

Mi indecisión me dice que desista, yo le contradigo diciendo que se puede ir a la gran mierda.