Como relámpagos en la oreja
Me dejan sordos las voces fantasmas
Y como el fuego del ser
Ya no puedo llegar a ver quién soy
Soy el santo que aun vive y no se flagela
Desnudo de lengua y armado de ideas
Descalzo camina el triste hombre feliz
Con la mirada perturbada
La sonrisa borrada
Y las muecas neutras con sabor a nada
Hay una luz dentro de mí
Que clama salir y explotar
Para ver mí sombra en la fogata
Y regresar por el camino que deje
Y ver mi reflejo más halla de mi sombra
Y sacar los recuerdos que nunca pensé
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