Siento tus penas en mi brasos
Y tus lagrimas gritan que las tome
Cuando la oscuridad reina tu intimidad
Cuando la verdad se desnuda ante tus ojos
Y tus labios rojos tiemblan al besarme
Eres tu princesa y maléfica poesía
Me dejas sin viento y sin travesia
Dulce condena con sabor a morir
Dejame muerto por tanto escribir.
Es el arte de desnudar un lápiz
Y obligarlo a fornicar con el papel
Es un eterno placer
De escribir en la espalda de mí musa
Tan perfecta como cuando la cadera usa
Encima mío y todas las poses
Escribo de arriba y abajo me aclaman
Es mi casa vieja
Mi infierno me extraña
Y los diablos que engendre
Gritan escribe y destruye
Y yo destruyo
Pienso
Y luego escribo
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