Moriré siendo lo que soy
Sin piel
Sin ojos
Sin cerebro
Moriré un lunes de
invierno
En tu boca roja
Acaramelada y podrida
Como la manzana de eva
Y el sol de verano
Eres Diosa del pecado
Y musa de llanto solitario
Juguemos en mi armario
Tocando música de cupido
Para desvestirnos de cuerpo
Y sentir un milagro
De humanos con huesos
De humanos con piel
Moriré cuando me digas quien eres
Dormiré en el árbol de los muertos
Para saltar y jugar por las nubes
Mientras ríes con la sonrisa invertida
Por el placer de un solo día
Por la muerte del poeta del árbol
Y su oscura y sucia mano
1 comentario:
Cortante, humilde, satisfactorio y elegante. Gran trabajo
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