Vives impregnada en mi polo de algodón dulce con tu humor a la canela mas aromatizante sobre la faz de la tierra, con tu sonrisa de chocolate haces que mi cuerpo de gusano de goma se derrita como el azúcar en agua caliente. Tus manzanas acarameladas mejillas al ruborizarse, me petrifican como el olor de los jazmines cuando pasa un efímero cruel del sentimiento.
Mis manos no sudan, lo que pasa es que son helados que al sentir tus manos de chocolate caliente en navidad se derriten.
Las veces son a veces, los seres son placeres, tú eres yo y yo soy tú, eso ciento cuando miro a través de tus ojos acrílicos con marco negro.
Sé que te gusta el dulce, pues tú eres más dulce que este…
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