jueves, 25 de agosto de 2011

¿Deseo o pecado?

Este sentimiento en el idioma de los dioses me mando una persona con la cual el afecto es mutuo, te llamare “the seeker”


Y es que yo nunca puedo hacer girar a la bailarina hacia la izquierda. No quiero verte. Te juro por Dios que cada vez que escribo no quiero verte. Soy un ser lleno de huecos. Profundos. Inmensos. Extensos. Lunares. Gigantes como tatuajes. Tengo la espalda estrellada, pero estrellada por cada vidrio que me vengo clavando desde hace un siglo y medio de libros. No, yo no creo en dios. Juguemos un rato a que somos sinceros con nosotros mismos. Me muero de ganas de gritarte los sonidos del silencio y componerte una orquesta decente. Tienes un grupo de cadáveres cantándote ahí dentro canciones en gibberish. Bailemos un rato con los pies descalzos y si se puede en el aire que yo te llevo. Quiero que me cuentes los lunares antes de que se largue el invierno y se me vuelvan blancos del susto que me causas cada vez que entras por la ventana para clavárteme en el epicentro. Soy un agujero, una masa informe de preguntas y un agujero. Ya no quiero dejar las cosas en blanco y negro nene. La sepia es hermosa. Dame tus murales que yo te los pinto de colores a precio de un beso. Paro mintiendo, pero con los colores de las cosas no juego. Por favor que no seas azul. No te sonrío cínicamente porque no puedo. Entra que yo ya no te dejo salir a la calle. Por ti hasta sería decente. Bébeme lentamente y con amor. Lunareja me dicen. Heridas de batalla must-be. Una serie de pop ups con tu cara y con tu nombre se me aplastan en la mente y me apolillan las ideas. Eres una mosca de batalla y para colmo suicida. Muérdeme con odio si quieres. Los defectos de las cosas son demasiado hermosos como para ser apagados. Inyéctame un poco de lo que sea que te inyectas en los pulmones para curar la tristeza.

Por primera vez tengo la respuesta en la boca pero no puedo escupirla, ¿Podrá existir el sexo escrito?, espero que no, pues sería un ninfómano .

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