viernes, 11 de noviembre de 2011

Viernes y mañana te cuento.

Nada se compara al silencio de un ascensor con varias personas que respiran lo mismo que uno, pero que en ese instante piensan en todo lo que hicieron en el día, no hace falta ser vidente para darse cuenta, las miradas sumisas, exaltadas, rojas, cansadas, profundas, todas tienen un significado para alguien que le encanta ver a las personas que cuestionarse con detalle que es lo que piensan.

La noche soleada, así llamo a mi cama, porque mientras alguien trate de dormir sudara inconscientemente haciendo otras cosas.

Hoy mi mente dicotómica entra en debate, por ser un buen abogado o mandar todo al carajo y vivir escribiendo hasta morir, maldita sea mi buenísima suerte, todo camina a mi favor, pero no entiendo porque carajos yo voy en contra. Tengo el traje planchado para salir a recorrer el mundo, pero prefiero salir a correr calato por la Javier prado.

Y es que mi exquisito me pone en el papel del anticristo, ahora me decidí, si naci para hacer una cosa, es hora de vivir para hacer varias, para hacerme el maduro hipócrita, tengo todo planeado y premeditado, a veces sospecho que soy un psicópata desquiciado que todo lo tiene planeado, de eso si sacare provecho. No me sorprende nada y no sorprendo a nadie.

No hay comentarios: