jueves, 15 de septiembre de 2011

Antiguo testamento

Qué bien se siente tus orejas en mi pecho después de hacer el amor. La calentura va bien en este invierno hipócrita.

Soplas mi nariz con tu jadeo agitado olor a tabaco rubio con whisky barato, al verte dormida acaricie tu piel nieve sabor caviar que emana de mi boca saliva dulce, que se desliza por toda tu espalda.

Tus ojos penetrados en los míos me dicen que eres la prosa viva en mis poesías de noche.

Gimes lirica radiante que haría a Vallejo revolcarse en su tumba. Yo soy mi propia tumba, que camina por lares extintos llenos de lujuria y amor.

Hoy me di cuenta que no es lo mismo placer y amar. Existen dos tipos de placeres, uno es el que dura unos minutos hasta terminar en un orgasmo y el otro es el de ver a la mujer que amas en un minuto quedándote con ella toda una eternidad.

El orate culto termino su historia de aventuras creadas a medias, hoy es un día en el cual mi mente no está cagada, los dedos con nicotina me tiemblan al escribir esto ,que por mas verdad que espero que sea, siempre habrá una recaída después de un corto vivir y un largo experimentar. ¿a esto le llamaba vivir? No me arrepiento de nada, de lo más malo que bueno siempre estaré orgulloso

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