jueves, 29 de septiembre de 2011

¿?

Quiero ser el sol para derretir tu rostro nevado, pon tu mano en mi pecho escucha la sinfonía de mi corazón envenenado y enamorado, observo tus lagrimas diamante con poco brillo exterior, pero con una luz radiante interior.

Cuando bajo la cabeza miro mi reflejo en la tierra y el polvo se levanta. Tu voz es la brisa que sopla mi labios muy de cerca, quédate conmigo por un momento para delirar que somos dos cuerpos en uno.

Dicen que no hay crimen perfecto, pero si murieras en mis manos asfixiada por cariño sería que tan perfecto como rosar tus manos y tú pelo miel acaramelada. Dime quien eres, quiero saber de dónde nace tanta inspiración para hacerte una torre con pétalos de jazmines y marearme con su aroma.

Solo falta encontrar a la dueña de este verso, que por cierto no existe.

No hay comentarios: