lunes, 9 de mayo de 2011

Otra vez a lo mismo

Las confusiones de m i cabeza que me atormentan cuando respiro mientras duermo con los ojos abiertos. Es que soy un engendro bipolar sentimental y un completo imbécil.

La balanza que hoy me toca vivir, la cual provoca un sancochado de ideas en mi cabeza, es muy equilibrada, pero a la vez confusa. Negro o blanco, tengo que elegir una de una buena vez, porque no me concentro ni cuando voy a defecar. Si elijo negro, puede que con el tiempo, mejor dicho en segundos se vuelva invisible en mis noches de depresión, en la cual mi alma sale a tomar un respiro, también es muy posible que despinte por completo acaparando desde las piedras del saber en mi corazón hasta todo mi cuerpo en general. Si elijo blanco, las dos opciones serian, una que siga en su color pulcro y trasparente o también que se aclara mas , pero nunca tanto hasta la invisibilidad o peor aun que en cuestión de tiempo se vuelva tan negro como mis ideales invernales e infernales, que a veces despiertan los deseos carnales, que no lo soportaría ni el mismísimo “papa” ,yo no sé cómo hago con mis necesidades básicas, pues mi voto de celibato sigue en pie y así será hasta el día que diga : “hasta que la muerte nos separe”, en cual yo respondería :”padre ,sepárame de la muerte”, todo con sentido del humor por supuesto.

Dije ya fue tres días seguidos, luego, como Jesucristo, resucité entre los muertos, así, arrepintiéndome de todo lo dicho anteriormente. Posteriormente dije, voy a darme otra oportunidad, pero luego sin pensarla dos veces dije, no quiero meterme en la boca del lobo que aparenta no tener dientes, cuando la verdad es que si, por que lo vi limándose los caninos mirándome. Por todo esto y aquello, a mi persona la llamo “rio”, porque va, viene, de aquí, de halla, sin decidirse, porque soy un inseguro de mierda, con excesiva falta de confianza en uno mismo. Ahora acabo e poner en congelamiento mi ser, no hare nada y nadie hará nada para que lo haga. Esperaré sentado como un imam, dejando que todo venga a mí, completa estupidez por supuesto. porque estoy seguro que mañana pensare distinto volviendo a andar con un babero, por estar más templado que calzoncillo de sumo o quizás por que voy a ser padre.

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